Noche, silicio

Noche
Silicio
Afrodita en círculos
Quijadas de ébano las horas
Fragata
Tierra de silencios
Es un espejo de libertad el viento
Un himno de cielos el recuerdo
Pasado de los ángeles
Tiempos sin remanso.

Eres la violencia de los muertos.
Un remoto atardecer entre volcanes.
La expresión más justa del imperio.

No sabes cuánto amo las gargantas de tu época
los efectos de tu imagen
esa bella luminosidad hecha cotidiana
febril presencia sin temores
fuerza derramada
lago profundo, velo. Callado.

Imagina sortilegios de obsidianas
un goteo minucioso de sangre oscura
la caída y el vuelo de los sueños
mezclados en rumores, en distancias
Imagina breves partes de lo eterno
un saciar de gentes
las rupturas de los nombres
el pronunciar interrumpido
el viejo velero parte mares
Imagina el frío tallando rostros
el sepulcro de las garzas en las nubes
lengua de cocos que satura nuestras bocas
los dientes del oleaje
vacías banquetas
urbes
manglares
istmos y reptiles
sal y espinas
torres de cobalto y centenarios amando su batalla
Imagina el sabor de las cosas que no existen en la lengua
Imagina fieras deshechas frente a tu historia
Negra
alada
desnuda la forma del espíritu
exacta
fascinada infante con la sencillez del mundo
estalagmita. Secos los rincones de la lluvia
gobierno puro según los idearios
hacha de lentitudes milenarias

imagina el primer lenguaje

Fragmentos de la edad perenne
Sujetos con la carne de los dioses
Etnia en su ritual celeste
Odio y beatitud
Sacrificados los ecos del amor
Es rendirse el seguir la guerra
Es fracaso el fuego en el vientre del volcán
Es prohibido el verbo de la vida

Soy la incomprensión atestiguando las metáforas

Somos significados que inconclusos se entregan se asesinan